Ondas de choque

Gracias a sus ondas acústicas, que impactan sobre el tejido mediante presión y producen la rotura de los nódulos de grasa que son los responsables de la celulitis y la apariencia de la piel de naranja.

La onda impacta directamente sobre el tejido, generando una presión que produce la rotura de los nódulos de grasa, y disolviendo el tejido adiposo con más intensidad. Se ha demostrado que este abordaje es más fácil e intenso que un masaje manual. La aplicación de esta onda genera una hiperemia inducida que activa la circulación y ofrece excelentes resultados. Como producto final se reduce la circunferencia de la zona, la piel queda uniforme y lisa, elimina la piel de naranja y el aspecto de la piel en general mejora visiblemente. Las ondas de choque son altamente eficaces para combatir la celulitis en distintas zonas del cuerpo, como: piernas, brazos, nalgas o abdomen…

Las ondas de choque favorecen a la reducción de los nódulos de grasa, por lo que se reducen los hoyuelos y mejora el aspecto de la piel. Además, mejora la microcirculación sanguínea y del drenaje linfático, para favorecer a la eliminación de las grasas y toxinas acumuladas. Todo esto contribuye a un mejor aspecto y textura de la piel de naranja. Las ondas de choque reducen la celulitis, pero no es un tratamiento para perder peso… Además, la acción de estas ondas estimula en gran medida la producción de colágeno y elastina en las células cutáneas. Por tanto, es muy eficaz en la eliminación de cicatrices, estrías y otras marcas producidas en la piel gracias a su poder reconstituyente del tejido
conectivo.

Para determinar si las ondas de choque son el tratamiento más adecuado para cada caso, es imprescindible un diagnóstico previo. Este nos va a permitir identificar el tipo de celulitis que presenta el paciente, así como cualquier otro problema estético asociado, como pueden ser la flacidez o la acumulación de grasa localizada.

Luego de tener el diagnóstico, podremos elaborar el plan de tratamiento especializado, que suele estar acompañado de otras técnicas complementarias para poder optimizar los resultados y reducir los tiempos del tratamiento.

Para ver los resultados de la aplicación de las ondas de choque son necesarias entre 8 y 10 sesiones, pero todo va a depender del tipo de celulitis y de los problemas estéticos asociados. Aunque debemos aclarar que desde la primera sesión se verán los cambios.

Cabe destacar, que debido a que la celulitis es un problema crónico, para prolongar los resultados es recomendable realizar alguna sesión de mantenimiento cada 4 a 6 meses y adoptar un estilo de vida saludable.

El tratamiento de las ondas de choque dura entre 15 y 30 minutos, pero todo dependerá de la cantidad de zonas a tratar. Sólo se requieren 10 minutos por zona.

Estas ondas se emplean en el tratamiento de las celulitis grado I, II y III con un efecto reductor, moldeador y reafirmante.

Aunque, se obtienen mejores resultados en determinados tipos de celulitis, principalmente en la celulitis fibrosa.

Según el tipo y grado de celulitis que presente la paciente, las ondas de choque pueden combinarse con otras técnicas, para optimizar los resultados. Estas son algunas de las técnicas más indicadas:

• Mesoterapia y Carboxiterapia, en casos de celulitis rebelde.
• Presoterapia, en casos de retención de líquidos.
• Radiofrecuencia exilis elite, en casos de celulitis y flacidez asociada.

La combinación de estas técnicas nos permite cumplir con el objetivo de solucionar los tres principales problemas estéticos femeninos: la flacidez, la celulitis y la grasa localizada. Por lo que es completamente recomendable emplear una terapia combinada.